Si hay un momento de ‘Final Fantasy VII’ que recuerdo con especial cariño ese es sin duda el de las tardes pasadas con los amigos jugando a las recreativas de Gold Saucer. Unas peleas en la plaza de batalla, conseguir el chocobo dorado, un viaje en la montaña rusa o un paseo en moto. Alicientes que consiguieron aumentar las horas de juego de este fantástico título de forma desmesurada.
Entre los minijuegos que podíamos encontrar también se encontraba la bajada en snowboard por varias fases distintas. Una posibilidad que se encontraba a nuestro alcance tras haber superado la huida de Icicle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario